lunes, 18 de octubre de 2010

Francia, sin complejos

El objetivo de la reforma de Sarkozy es reafirmar la identidad de Francia en la nueva geografía política y económica mundial

La educación está en el corazón de todas las reformas y los proyectos de modernización de Francia, desde hace años. Nicolas Sarkozy ha acelerado el proceso histórico de restauración de todos los valores fundamentales de la educación, considerada como crisol de una sociedad libre, orgullosa de su identidad, convencida de que la escuela, el instituto y la Universidad son, tras la familia, la «escalera» imprescindible de la movilidad social y la prosperidad común.



Desde 2007 se han sucedido leyes y decretos de aplicación en todos los terrenos de la educación nacional, cambiando de rumbo o acelerando muchas reformas convergentes, siguiendo siempre la misma dirección estratégica: reafirmar la identidad de Francia en la nueva geografía política y económica mundial.
Las reformas comenzaron en la escuela primaria, en estos terrenos capitales: restaurar la autoridad del maestro, combatir la violencia en la escuela y sus inmediaciones, reformar los planes de estudio para mejorar el aprendizaje de los valores fundamentales y de la cultura e historia de Francia.
Cada una de esas reformas fue objeto de debates muy vivos, abiertos a una discusión permanente, contradictoria, pero finalmente positiva. Durante las últimas semanas, profesores e historiadores han debatido sobre una cuestión aparentemente teórica pero esencial: ¿cuál es el puesto que debe tener la historia nacional en una formación marcada por la mundialización? Los debates teóricos de fondo tienen como complemento las más elementales políticas de inserción en la vida activa, incrementando el número de becas, modificando los horarios escolares, para facilitar la vida de las familias.
En los institutos, la enseñanza media está marcada por varias reorientaciones: lucha contra la violencia, implacable; lucha contra el absentismo; mejor reinserción en la vida activa; creación de nuevas filiales del bachillerato orientadas hacia la formación técnica profesional, dando al aprendizaje técnico e industrial una importancia de primer rango, a imagen del modelo educativo alemán.
En la enseñanza media, las reformas tienen todas varios objetivos paralelos. Primero, «responsabilizar» a las familias y empresas en el futuro educativo de los estudiantes. A las familias se les pide mayor responsabilidad, a la hora de evitar el absentismo escolar. En muchos casos, las ayudas familiares pueden recortarse, si las familias no participan activamente en la mejor escolarización de los hijos. A las empresas se les demanda mayor consideración de las nuevas filiales técnicas y profesionales con el fin de facilitar una incorporación más eficaz en la vida profesional.
Cúpula del sistema, la enseñanza universitaria ha sufrido y está sufriendo grandes reformas, en varias direcciones: mayor independencia y descentralización de las universidades; mejores relaciones entre la Universidad y los mundos de la empresa y la investigación.
Gran paradoja de las reformas universitarias francesas... Hubo grandes manifestaciones de protesta porque los profesores no deseaban ninguna descentralización de sus servicios, profundamente apegados a una visión estatal de la enseñanza universitaria.
En vigor desde el mes de agosto de 2007, la ley relativa a las libertades y responsabilidades de las universidades de Francia marca un giro importante en la gestión de presupuestos y planes de estudio, dando a los rectores y gestores bastante libertad para contratar profesores y sugerir propuestas educativas; la excelencia universitaria se orienta hacia el empleo y la vida económica, sin olvidar los polos de investigación, pura o aplicada.
Pueden existir debates sobre la «forma» y los «métodos» para conseguir esos objetivos, pero existe una visión ecuménica, masiva, sobre esos objetivos, que forman parte del acervo político y cultural común de los franceses.

Alemania

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