lunes, 25 de octubre de 2010

Los padres y la educación de sus hijos



El eterno debate, ¿la televisión genera conductas violentas en los niños? O no será más bien que este padre está más pendiente de leer el periódico que de su propio hijo. 

5 comentarios:

Bárbara Ugena dijo...

La educación no es sólo cosa de los profesores o del sistema educativo. Los padres deben comprender que son los reponsables de guiar a sus hijos e inculcarles los principios y valores que quieren que reflejen cuando estos crezcan, no desentendiendose de su función como principal educador de sus hijos y pensando que si algo sale mal ellos no tienen ninguna culpa , culpando a medios externos como la tele, la radio , los amigos ,,, hay que concienciarse de las responsabilidades que implica ser padres.

Paloma Portillo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo. Es verdad que ciertos programas pueden ayudar a generar conductas violentas en los niños, pero los padres pueden y deben evitar que esos programas sean vistos por sus hijos, pues son los responsables en primera medida, a mi parecer, de su educación, y no deben desentenderse de ella.

Para lograrlo, pueden tomar medidas como ver programas más educativos con ellos, no sólo estar pendientes como si de vigilantes se tratase de aquello que ven o no ven los niños en la tele. Una mayor implicación puede traer mejores resultados, siendo una forma de educar y disfrutar a la ver de sus hijos.

Santiago Pérez dijo...

A ver si es que va a resultar que la tele o los videojuegos violentos son algo nuevo...Más atención a los nenes, eso es lo que hace falta!

Drugoo dijo...

jejeje, me acuerdo de ese capítulo Tamara, ¡muy bueno!
El tema es sin duda muy delicado, pero yo creo que las dosis justas de violencia son hasta beneficiosas, ya se reciban desde la televisión o con los videojuegos. No he podido encontrar la noticia, pero la vi hace bastante tiempo en el telediario de TVE.
Sin duda, lo que hace falta es más atención de los padres.

Rubí dijo...

Está claro que los niños son una esponja. Absorben todo lo que oyen y lo que ven, reflejando la propia sociedad. Y lo peor es que en el fondo son unas víctimas.